Al secretario Gabriel Pérez del Barrio Angulo
Tal secretario formáis,
Gabriel, en vuestros escritos,
que por siglos infinitos
en él os eternizáis;
de la ignorancia sacáis
la pluma, y en presto vuelo
de lo más bajo del suelo
al cielo la levantáis.
Desde hoy más, la discreción
quedará puesta en su punto,
y el hablar y escribir junto
en su mayor perfección,
que en esta nueva ocasión
nos muestra, en breve distancia,
Demóstenes su elegancia
y su estilo Cicerón.
España os está obligada,
y con ella el mundo todo,
por la subtileza y modo
de pluma tan bien cortada;
la adulación defraudada
queda, y la lisonja en ella;
la mentira se atropella,
y es la verdad levantada.
Vuestro libro nos informa
que sólo vos habéis dado
a la materia de estado
hermosa y cristiana forma;
con la razón se conforma
de tal suerte que en él veo
que, contentando al deseo,
al que es más libre reforma.