Te dimos demasiada importancia:
el rey de los pasquines en que hacías tus consagraciones
y consagrabas tus desprecios
es de heterogénea y olvidable lectura.
Después de ser la rumia, la rutina «de los caballeros que pastan
en las praderas chilenas»
y el diccionario de los apenados
que compran trabajo a cualquier precio…
se vende por kilos en las carnicerías.