En el amor el tiempo es como un pájaro
aleteante, estremecido, trágico.
Parece detenerse en nuestros brazos,
jadear dulcemente en nuestros labios.
Y fluye tierno como el valle verde
por un secreto afán de vida breve.
Su vuelo cesa bajo el beso largo,
tensas las alas, dulce y hechizado.
Y cuando el beso acaba hay en su luz
un brillo de asombrada juventud.
Ahora acecha cautivo de los labios
el lento desunirse, desmayados.
Ahora yace, quemadas ya las alas,
mientras ávidamente se desangre.
En el amor el tiempo es como un pájaro
aleteante, estremecido, trágico.