¿En qué región del aire, por qué mares
— oh latitud humana del tormento —
tuvo el crimen tan claro yacimiento
y la muerte más vivos hontanares?
¿En qué bosques las hachas seculares
gozaron de tan largo valimiento?
¿Dónde tuvo el dolor mejor cimiento?
¿Dónde el llanto tan pródigos lagares?
Labrador de la muerte que en mi tierra
sólo con sangre riegas los terrones
y con huesos abonas nuestro suelo.
¿Qué esperas cosechar si nada aterra
a quien sabe encontrar a borbotones,
en el terrón más duro, su consuelo?