En esta tierra donde debemos vivir
otra alucinación vendrá después.
Falta de cobijo, nuestra vida insepulta.
Un pueblo calla sus muertos
bajo la fuerza de algún resucitado.
En está ciudad aguzada en la espera
no debemos morir, en esta ciudad de cal
nuestras manos se aferran
al sol, al sol entre los cerros.