Tigres esta isla barbara sustenta.
Se dice que del mar horribles focas
Salen tambidn; 6 acaso armas ajenas
Traspasarán mi pecho entre estas rocas.
iHaga el cielo a. lo menos que en cadenas
No me pongan mis asperos destinos,
Hilando cual esclava en duras penasi
Siendo nieta de Apolo, hija de Minos,
Y lo que es más, ya tuya en esponsales
iAh, no lo permitáis, dioses divinos!
Todo en mi contra está: si los cristales
Miro del mar, 6 miro estas riberas,
Todo, todo me anuncia aciagos males.
Faltaba el cielo, y temo ya severas
A las deidades. Ay, abandonada
A ser comida estoy de hambrientas fieras!
Aunque hombres halle al fin, desconfiada
Vivo, pues a. temer de los extrafios
AprendI, de uno de ellos engaflada.
iOh, si Andrógeo viviera, y tus engaflos
No pagaras, oh Atenas, ni obligarte
Minos ilegara a reparar los daflos!
Ni tü, Teseo, entonces con tal arte
La muerte dieras en fan corto rato
Al monstruo, parte de hombre y de buey parte.
Ni yo de darte hiciera 1 desacato
Las hebras, que mi mano hiló indiscreta
Por conservar la vida de un ingrato.
No admiro que victoria tan completa
De tal monstruo alcanzaras sin apuro,
Ensangrentando el suelo de la Creta;
Pues mal pudiera herir su cuerno duro
Tus entraflas de bronce, y fué bastante
Desnudo entrarte para estar seguro.
Diamante y pedernales arrogante
Lievaste en ti, y aun más, pues en dureza
Al pedernal excedes y al diamante.