Tijera de Marta Leonor González

No sólo repta.
En el pozo está,
atrapada de aldabas.
La mano confirma el orificio húmedo
ojal oscuro de la infancia,
vaginal caverna
que la atrapa.
La atrapa.
El tacto pulula rodea el albergue,
vacuo
vano va sobre el veneno.
Recorre la mano la hornacina,
esponjoso el sitio y frío mullido en lo oscuro
el vestido blanco es almácigo
como torga.

Boaco, abril 1978