Sobre las ruinas de tu amor caído
levantaré de nuevo mis quimeras,
y serás en mi vida un destruido
monumento, donde un ídolo eras.
Donde tirano fuiste, las primeras
yerbas silvestres gritarán olvido,
y, recordando nuestras primaveras,
gemirás como un dios arrepentido.
Otros dioses vendrán, y nuevas rosas
brotarán de las ruinas silenciosas.
Asoma por levante un nuevo día
y he temblado mis penas escribiendo,
porque adentro, muy hondo, estoy sintiendo
que esta noche te quiero todavía…