A una sola línea del sueño, del color que es su vida. El mundo de
mis manos se vuelve sutil en su cuello. Luego, se pierde el mundo.
Esto ya es el gozo, la media luna, el canto de primavera. De sus axi-
las veo emerger la estación, el verano.
Adormecida en el alba entre dos rayos.