Tú me conoces ya como la palma de tu mano
Soy esta acumulación lenta de imágenes
este puño de tierra húmeda en que palpita un breve corazón
de oro limpio
Tú me conoces
Soy un poco de sombra herida por un alambre
tenso
Soy mis sentidos como un pozo en que la luz desciende
La luz es un panal que gotea sol
un sol que gotea luz
un árbol derramando su follaje cuajado de sentidos como un ave
sus plumas
Digo «tú me conoces»
y algo más grande que mi cuerpo me envuelve en una manta tibia
Digo «tú me conoces»
y una pluma brillante de pavo real desliza su silencio sobre mi piel
desnuda.
En mi sangre navega un río de palomas
En mi sangre navega un río de palabras
En mi sangre navega tu voz densa
como un aguacero que ilumina el relámpago
Tú me conoces A veces
soy un bronco tropel de potros negros
Soy un cuchillo de diamante atravesando el seno de la ternura
Soy un lamento lamido por el mal
Soy el sol de la dicha derramado en tu piel
Soy un largo torrente de terrores
Soy un alado escalofrío en la columna vertebral del diablo
Soy la guanábana goteando en la boca reseca de la Sed
Soy la lanza en el hombro de este verso
(Me sabe a verso el beso de la mujer que amo
Me sabe a verso el vaso en que me bebo
Me sabe a verso el vicio de mi vaso
Me sabe a vicio el vaso en que buceo)
Vuela en el espejismo de la tarde soleada una ligera sal
un leve olor marino:
un aliento marino me atrofia la garganta.
Sale un alarido alargándose hasta el hastío
Por mis manos escapa el estilete del verso
Por mis manos escupe la poesía su espumarajo negro
Un aliento marino me levanta
Aletea en mi olfato Tensa mi piel
Pone alas en la ola
En las islas flotantes de los lirios hace su nido el sol de la blancura
Tú me conoces:
sólo el lirio es capaz de ahogar el agua
Tú me conoces
Soy la feliz fatiga de mi fruto
Amo y amo y amo
y el alma se adelgaza hasta la flama
Amo y amo
hasta que el alma lame lumbre
y amo
hasta el alma del hambre
hasta que el alma alumbre
hasta que el alma herrumbre
los alambres del hombre.