Cuando al luchar por la patria
se pierde un brazo, surge el miedo:
En adelante,
haré todo a medias.
Recogeré, la mitad
de la cosecha de los campos.
Y al practicar en el piano
sólo tocaré la melodía
o el acompañamiento,
pues no estoy capacitado para toda la partitura.
Sólo golpearé
con un puño
en las rígidas puertas,
y mi amor se dejará abrazar
sólo a medias.
Hay cosas que nunca haré,
por ejemplo,
aplaudir en las grandes fiestas.
. . . . . . . . . . . . . . . . . .
Desde ese instante, todo lo hará
dos veces.
Y en lugar del brazo descuajado
le crecerá un ala.
Versión de Jorge Torés