Para la sombra de Octavio Paz
El cuchillo que rasga la luz
La silueta sobre el papel
El rastro terco
Que jamás se aleja de la indecisa forma
La presencia infinita
Que es también la nada
En el camino
La mejor parte de un árbol
El encanto del íntimo rincón
La red que se teje al otro lado de las cosas
Y en cuya presencia reconocemos
Existen
La escultura desprendida del cuerpo
Voluble y dócil
La noche despojada de sus luceros
La marca inconstante en el reloj de sol
Los últimos ojos de Borges
Y su primera visión del paraíso
La segunda opción para un hombre
Que inicia la vida
Y sólo tiene una alternativa
Ante los otros