Puedes ver la brisa de la mañana
Soplando en los pelos
De la oruga.
* * *
Con la brisa de la tarde,
El agua lame
Las patas de la garza real.
* * *
Un repentino chaparrón de verano;
Los gorriones de la aldea
Se agarran a las hierbas.
* * *
Qué felicidad,
Cruzar este río en verano,
Las sandalias en la mano!
* * *
Las chispas del cantero
Se alejan flotando
En el agua clara.
* * *
La corta noche;
En el bajío permanece
La luna creciente.
* * *
El cambio de ropa;
Lo que parecía un mundo de dolor y aflicción
Qué pronto olvidado.
* * *
Los ermitaños son seres humanos;
El kankodori
Es un pájaro.
* * *
Lleno de esperanza y promesa.
El castillo en la cima,
Cubierto de verdes hojas.
* * *
¡Corta la avena que hay delante de la ventana!
¡Déjame ver
Las montañas lejanas!
* * *
Ciruelas verdes;
Las cejas de la belleza
Se juntan.
* * *
Las voces de la gente de la aldea
Regando los campos;
La luna de verano.
* * *
Después de cortar la peonía,
Me sentí exhausto,
Aquella noche.