Para el corazón
que no duda,
las blancas flores del ciruelo.
* * *
Las flores han caído:
ahora nuestras mentes
están tranquilas.
* * *
Mientras dormía profundamente,
muy fatigado,
la primavera tocaba a su fin.
Para el corazón
que no duda,
las blancas flores del ciruelo.
* * *
Las flores han caído:
ahora nuestras mentes
están tranquilas.
* * *
Mientras dormía profundamente,
muy fatigado,
la primavera tocaba a su fin.
En cada puerta,
La primavera ha empezado
Con el barro en los zuecos.
* * *
La primavera ha llegado
Con toda sencillez:
Un ligero cielo amarillo.
* * *
Cuando envejecemos,
Incluso la duración del día
Es causa de lágrimas.
Pobre, pobre, sí, pobre,
La más pobre de las provincias,
Siente este frescor!
* * *
No tengo nada, –
¡Más que esta tranquilidad!
¡Este frescor!
* * *
Ha puesto al niño a dormir,
Y ahora lava la ropa;
La luna de verano.
¿De quién es pues,
Hijos míos,
Esta roja, roja luna?
* * *
La brisa del otoño;
Se abren las flores escarlatas
Que la niña muerta quiso coger.
* * *
«No tendré nada más que ver
Con este sórdido mundo»,
Y el rocío desaparece.
El anterior morador:
Sé muy bien
Todo el frío que pasó.
* * *
Al llegar a la puerta,
La campana del Templo Mii
Se queda helada.
* * *
Aún así, aún así,
Sumiso ante el Más Allá,
El fin de año.
Pasó el ayer,
pasó también el hoy:
se va la primavera.
* * *
La flor del té,
¿es blanca o amarilla?
Perplejidad.
* * *
Melancolía,
más que el año pasado:
tarde de otoño.
Encender una vela
Con otra vela;
Una noche de primavera.
* * *
El halo de la luna, –
¿No es el aroma del ciruelo
Elevándose al cielo?
* * *
Acercando el brasero
A los pies,
Parece tan lejos del corazón.
Puedes ver la brisa de la mañana
Soplando en los pelos
De la oruga.
* * *
Con la brisa de la tarde,
El agua lame
Las patas de la garza real.
* * *
Un repentino chaparrón de verano;
Los gorriones de la aldea
Se agarran a las hierbas.
El principio del otoño;
¿Qué es lo que el adivino
Mira con tanta sorpresa?
* * *
Sorprendida
Por la pobreza,
Esta mañana de otoño.
* * *
Alguien llegó,
y visitó a alguien;
Una noche de otoño.
La luna del invierno:
Un templo sin puerta,
¡Qué alto está el cielo!
* * *
En el claro de luna helado,
Pequeñas piedras
Crujen bajo los pies.
* * *
Zorras jugando
Entre los narcisos;
Una brillante noche de luna.
Preso en la cascada
un instante:
ya comienza el verano.
* * *
¡Ay perlas de verano!
Eso es todo lo que queda
del sueño de los héroes.
* * *
Las lluvias de mayo
no te atacan ya,
templo de oro.
Tal y como me parece,
El País de los Muertos es así:
Una noche de otoño.
* * *
Este otoño,
Qué viejo me hago:
¡Ah, las nubes, los pájaros!
* * *
Riguroso otoño;
Mi vecino,
¿Cómo vive?
¡Qué cortesía!
Hasta la nieve es fragante
En Minamidani.
* * *
Una helada noche de lágrimas
El sonido del remo
Golpeando la ola.
* * *
El año toca a su fin:
Aún llevo
Mi kasa y mis sandalias de paja.