A la hora del fracaso
la vida no es tan hermosa
ni tu brazo es tan fuerte
ni estás aquí
¿Por qué habrías de acompañar
la hora del triunfo?
Hoy extiendo mis alas
alcanzo mi vuelo
y ninguna nube me amenaza
Escucha:
no serás dueño
del vuelo ni de las alas
Esta voz
que hoy es de todos
a ti
te será negada