Entre olas de placeres y dolores,
Luchando siempre, sobre el mundo avanza
La humanidad, siguiendo a la esperanza,
Astro que irradia ardientes resplandores;
Cantan sus muchedumbres mil primores,
Y cuando piensa que lo eterno alcanza,
Se inclina de la muerte la balanza
Y se hunden en la sombra sus amores.
Pasa, cual humo, al fin desaparece,
Y en el silencio de la noche rueda:
En tanto el alma de los genios crece,
De un siglo entero el pensamiento hereda,
En estelas de fuego se estremece,
Y al fin en lo inmortal luciendo queda.