La libertad de Rosario Acuña

¡Oh ¡ libertad, fantasma de la vida,
Astro de amor a la ambición humana,
El hombre en su delirio te engalana,
Pero nunca te encuentra agradecida.

¡Despierta alguna vez! Siempre dormida
cruzas la tierra, como sombra vana:
Se te busca en el hoy para el mañana,
Viene el mañana y se te ve perdida.

Cámbiase el niño en el mancebo fuerte
Y piensa que te ve ¡triste quimera!
Con la esperanza de llegar a verte.

Ruedan los años sobre la ancha esfera
Y en el último trance de la muerte
Aún nos dice tu voz: ¡espera! ¡espera!.