Adviento de Arturo Capdevila

Amaneció
: la Luna ocupa el lugar del sol
¡Florecieron los cuernos del venado!

Las mujeres embellecieron a tal grado
que su dulce mirada paraliza y asombra
He visto a muchas en la calle
: caminan sin tocar el suelo
Las estatuas se inclinan a su paso
mas las dulces muchachas no lo notan
: van como mirando lejos
Pasan
Queda en el aire un toque de almizcle delicado
Dejan en la garganta una opresión deleitosa parecida a la muerte
: en el pecho nocturno de los hombres brotan ramos de llanto
Anochece
Cierro los ojos
: en cada piedra negra hay una flor azul
Otra vez arde
el sol.