Al alimón de Pablo Mora

Pedro Salinas – Pablo Mora

Mientras haya
en el mundo alguna puerta,
una gota en el alambre
o una lágrima en la estrella.

Mientras haya
alguna ventana abierta,
ojos que vuelven del sueño,
otra mañana que empieza.

Mientras haya
mar con olas trajineras,
trajinando en alegrías,
llevándolas o trayéndolas.

Mientras haya
un hombre asomado al tiempo,
en orfandad encendido,
alejándose y viniendo.

Mientras haya
lino para la hilandera,
árboles que se aventuren
y vientos para la vela.

Mientras haya
bosques que sueñen en árboles,
cielos en sueño hombrecitos
y amores en los amores.

Mientras haya
tanta fronda en la alameda,
tanto pájaro en las ramas,
tanto canto en la oropéndola.

Mientras haya
un colibrí mañanero,
un suspiro, un alarido,
un relámpago, un acecho.

Mientras haya
un mediodía que acepta
alegremente su sino
de ser la tarde que llega.

Mientras haya
un par de versos descalzos
tras una luna desnuda
al pie de un sol de venados.

Mientras haya
jazmines, claveles, rosas,
que se marchen al ocaso
y regresen a la aurora.

Mientras haya
polvo, barricada, fuego,
turpiales de medio luto
y soldados por el suelo.

Mientras haya
una mirada serena,
un día que se va yendo
y un recuerdo que se queda.

Mientras haya
celadas contra la muerte,
delfines surcando el mar
o un niño que el hambre lleve.

Mientras haya
lances, clarines, laureles,
timbales y clarinadas,
monteras sorteando muertes.

Mientras haya
pasos y pasos que dejan
tan seguros como en mármol
en la memoria sus huellas.

Mientras haya
trajes de luces, de seda,
jardines en las vocales
y gritos entre las piedras.

Mientras haya
amor, y amor que le quiera,
vida que pide más vida
o algún poema que vela.

Mientras haya
esperanzas y recuerdos,
alguien buscando imposibles,
enigmas bajo el misterio.

Mientras haya
en el mundo primavera,
una nube que se va
y un arrebol que se encienda.

Mientras haya
soles que al mundo lo alienten,
trajines para el ensueño
y amores para quien quiere.

Mientras haya
la querencia del poema,
unos versos que amanecen,
muchas palabras que esperan.

Mientras haya
un camino, una faena,
un mugido, una luciérnaga,
una palabra, una espera.

Mientras haya
memoria que le convenza
a esta tarde que se muere
de que nunca estará muerta.

Mientras haya
trasluces en las tinieblas,
claridades en secreto,
noches que lo son apenas.

Mientras haya
susurros por las estrellas,
atardecer que pregunta,
anochecer que contesta.

Mientras haya
tantas palabras que esperan,
invenciones, clareando,
amanecer de poema.

Mientras haya
alguien por la noche insomne,
siendo el insomne el delirio,
siendo la noche la insomne.

Mientras haya
alguien, diestro, toro, ruedo,
una capa, una muleta,
un capote, un burladero.

Mientras haya
un bramido, un rejoneo,
lidia, muletazo, vara,
algo nada más que siendo.

Mientras haya
ángeles que lleven cuernos,
volcanes, rayos, tormentas,
soles que afilen destellos.

Mientras haya
un camino para el tiempo,
una lumbre para el hombre,
una cuna para el viento.

Mientras haya
una brizna a todo ruedo,
una arena a sol y sombra,
un indulto en el pañuelo.

Mientras haya
sombras, sombras inventoras,
penumbras en las barreras
que hacen y deshacen formas.

Mientras haya
un Camborio, bien gitano,
juego de sombra y arena,
bajo una luna soñando.

Mientras haya
dos hacia el final a tientas,
dos de frente hacia la tumba,
dos hacia la muerte a ciegas.

Mientras haya
pena limpia, negra y sola,
hermana de sueño ajeno,
bajo el piafar de las horas.

Mientras haya
embestidas de la guerra,
lirio crecido en castigo,
madrugadas nazarenas.

Mientras haya
Albricias, Aldebaranes
y Arturos para elevar
Altaíres en los mares.

Mientras haya
al alimón en corridas,
al alimón con la noche,
al alimón con la vida.

Mientras haya
alguien nada más que yendo
al alimón, al quiebro, al cuarteo.

Mientras haya
lo que hubo ayer, lo que hay hoy

lo que venga.