Bajo el cielo contaminado de América
Un error de la chatarra
Carga hacia la izquierda su volante
Se desliza entre un camión y un autobús
Acelera hacia la derecha para alcanzar la limosina
Que va adelante
Decidida a continuar
Con la posesión
Del lujo De la Panamericana De las tres vías.
Poemas de Alfredo Lavergne
Si alguna vez debe considerarse
Que fuimos maltratados.
Si finalmente no pasas
Por la fuente de la honra y el honor.
Si alguien te critica
Por no gritar… Viva la muerte.
Si alguna vez cuentan a tu gente
El embeleso Los descuidos Las cosas naturales
Y por miedo dudas de tus manos
Del aire De la tierra Del agua.
Un poco de fiebre en la quinta vértebra.
Tal vez esta línea imaginaria cercana a las desordenadoras,
o el azur egostático por esos latidos anónimos
o la terapia de vivir sin Dios por una la lectura en el Café.
Hoy se hacen escuchar con sigiloso ritmo
Hoy están descascarándose los maceteros
y los turistas tras la catarsis sólo son viajeros ilustres:
De la rosa a la vena diferente a los puños
a todos los crímenes al silencio al espectáculo
a los cursos de etiquetas al juego al tan-tan
a los sinónimos a las clases de sordera a la nada
a la voz catedrática al grito manual y al verso oficial.
Tres jóvenes parejas subieron al tren.
Una se abraza e ignora al inspector
La otra se amarra de las manos
La tercera se acaricia y baja la cortina.
El vehículo avanza a toda velocidad
Hacia la estación que me interesa.
Oh agua.
Mientras por ella avanzo
A ella alabo.
Porque la palabra,
la libertad
y el espectáculo de las cosas,
se deciden en secreto.
Con su retroscopio.
En Montreal vive el pasajero clandestino,
que inventó su Winnipeg.
A partir de nada comienzan el vuelo
Luego desnudos
Inician la acción imaginaria.
Como los autorretratos que inventan alas a sus ángeles
Como la guillotina que hipnotizó a Cagliostro
Como el piano que entró en dos patas a la musicoterapia
Como el norte que imantó a los presidentes de madera
Como los maravillas de la reacción comercial literaria.
En ese mundo sin siesta
Muestran Ofrecen Venden
Las postales que coleccionan turistas
Cerebro Sexo Color
Y no saben que si se detienen
De noche o de día
Los robots Las turbinas Los motores
Pueden escucharse los lamentos de los humanos
Y el timbre de voz de los inmigrantes.
Un pasajero de este viaje
Me solicita
Una hoja.
Quiere hacer No respondo.
Se entierra en el asiento…
Recoge sus pies Y queda en su lugar.
No me inquieta no contestar
Cuando es ficción
Cuando no hay evolución
Y no siento nada cuando recreo a un desconocido.
No me inquieta no contestar
A quien no solicito pregunta o respuesta
Porque siempre trabajo alguna representación
O porque cuido los textos
Que me llevan
De ferrocarril en ferrocarril
De festival en festival
De farfullador en farfullador
De fe en fe
De clan en clan
Y porque los hombres de este fin de siglo
Se diferencian
Sólo por el periódico que cargan bajo el brazo.
Te distraen
El extranjero en tu ciudad
Los asociados entre sí de corazón
Tu gente en los símbolos
La ciencia La ideología El sortilegio La teoría
De la Evolución universal que engendró el Terror
El rescate de la memoria histórica
Y el sentimiento de haber sido observado
Entre tanto disperso.
Adánicos y eváticas o ¿evánicas?
Se privan de sus fronteras
Y contemplan la fanfarria Lo que la ciudad arrastra
Les ocurre sin motivo sobrenatural
Ni por amaneceres tibios en invierno
O porque a veces
En verano despiertan bajo techo fresco.
Algo llevó mis ojos
a observar
y todos son jóvenes.
Algo me recuerdan sus máscaras antigases
Las matracas Los lanzaguas Las botas negras
Los escudos transparentes Los mercenarios
Las alambradas Los bastones eléctricos
Las balas Las de caucho Las en la carne
Los atrapadores Las calles en humo El grito
La consigna Los pañuelos La sal El limón
Las sirenas Las alarmas Las ambulancias
Los vehículos camuflados Las patadas
Los periodistas Las cámaras de la policía
Las vitrinas entabladas Las lacrimógenas
Los tanques Los aviones Los uniformes
Los sindicalistas encuadrados Los cascos
Los derechos humanos Los índices pacifistas
Los carros blindados Las barricadas
Los políticos partidos Los quebrados por la vida
La marihuana Los discursos Los cortes de luz
Las alianzas con moco La espera de la solidaridad
El movimiento de los lápices Las tomas de la mano
Los clichés Los populistas La contracultura
Los cordones traicionados Las cuerdas en las manos
La caminata El tren La marcha La manifestación
Las banderas Los póster Los murales La emboscada
El amigo El compañero El hombre nuevo El humano
Hasta luego Hasta siempre Hasta la victoria
este cuerpo ya más pesado
y mis panfletos comprometidos
en aprender de esos jóvenes.
De una visión de otro mundo
Llegar a las peleas callejeras del cosmopolitismo.
A la gran ciudad industrial
A la cuña utópica del desarrollo
Al realismo urbano
Al mundillo
A la muchedumbre donde el día y la noche se derraman
A la multitud que intenta no despertar a los niños.
En el rincón de la edad de la razón
Me pongo el espejo en la oreja
La editorial La biblioteca La librería
El caracol y su estructura
Su grito Su voluntad Su proyecto.
El continente es tan grande
Que no debemos dejarlo exclusivamente
A simples A grandes O a mediocres.
De nuevo escucho que cantan
Y veo venir de los cerros los bailarines.
Ya nos asombrarán…
El frenético carnaval de golpes
Los autoritarios estilistas de futuras culturas
Los misioneros que planifican una estatua al mestizaje.
Ya nos buscarán Ya no será lo mismo
E intentaremos alejarnos
De Valparaíso De Vancouver De San Francisco
De los muelles del Atlántico
Y de toda esta inseparable tierra.
¿Quién o quiénes
Desde el continente observan este barco?.
¿Con quién o con qué hombres
Estoy disputándome
El horizonte?.
Retorno a mi país y llego a otro.
Soy el condenado a buscar…
Esa tierra que especifica mi alma
Esa raíz que no cambia de personalidad
Ese azote de los ojos al cerebro
Ese tiempo testimonial Esa gente que existe en mí
Y mi desesperación
Pasa por calles que tienen su sirena y sirenas.
En esta escalera que conduce al dolor
Decimos que somos testigos de la gloria
De las grandes ciudades que influyeron
Las muy pequeñas Con sus breves
Castillos Iglesias Mansiones
De delgadas y femeninas columnas jónicas
O con el macizo y angular orden dórico.
En otro poema El salvaje Y el civilizado
Recorren el vasto territorio
De nuestros 90.000 años. En ese mundo y en el mío
Existen
Una mala respuesta y una pregunta mal expuesta
El sentimiento y el reflejo
El instinto animal y el sentido del honor
Los hombres que prefieren la patria a la humanidad
La provincia
Que después del estado de sitio será como otros países
Y los contestatarios Que cambian
De mano y de memoria.
Los emigrantes son actores que abandonan
Su memoria viva Su himno universal Su fiesta
Los robots Las turbinas Los motores
Su modernidad Su diversidad Su excelencia
Y otras dosis de energía
En las veredas públicas de la cultura
O en los caminos de los propietarios de la estructura
De los rompecielos.
Por hechizo Por artificio Por dar en el hito
Tu país te persigue y te avasalla.
Esas cosas ha dicho el versátil
Y aún más
El otro desdichado.
Ya de mayor
Por calles de breve estancia
Por esta nueva My Generation
Por no poder abandonar el recuerdo
Por esta identidad nacional
En esta carrera mirando atrás
Ya no temo a la hoja en blanco y al papel histórico.
Como alcachofa que una a una se deshoja.
Sin supuesta superioridad de sabiduría
Sin el remordimiento del justiciero
Sin la baba del defensor del orden
Sin calificativos como puntos de referencia
Sin subentendidos que complican al lector
Sin impunidad frente a la critica literaria
Sin el cansancio de la raíz
Sin la ética pluralista del remolino.
La gente de símbolos ojerosos y rutinarios
Los payasos Los acróbatas Los equilibristas
La población de estrellas
Los que se retocan Los que saltan Los que bailan.
Todos viajan
Por el hechizo Por el artificio Por el motor
De buscar placer.
El arte avanza de durmiente en durmiente
Sin saltos
Hay un ritmo
Desde los faisanes en las escaleras
Desde las columnas de la primera dinastía egipcia
Desde las matemáticas Desde el atletismo
Desde
El viento El hueso La cuerda La piedra.
De poblado en poblado
La modelada El mundillo El furor de vivir
Extiende la divertida mezcla social.
Por un libro Por el periódico
O por el tendido eléctrico recibimos la noticia:
Un español
Que vivió en América
Ha traducido
Al castellano
A poetas románticos ingleses.
Las aves negras
Que de noche duermen en el tendido eléctrico
Auguran tu final.
Las que de día cantan
Te distraen.
Mientras fuerzo el ejército
De mis huesos
En el aire inmóvil de la noche.
A los tigres de Neruda A los felinos de Whitman
Con sus bastones Con sus sombreros Con sus gabardinas
Y sus marchas hacia mundos más justos.