Apuñados como escasos frijoles
sintiéndonos los olores
juntándonos desconocidos
sintiéndonos los alientos
Esto es a diario
cada mañana, tarde y noche
prestándonos al juego cotidiano
nadie protesta, sólo la necesidad
¡Vaya niño, mercado vas!
colaboremos señores, es de cuatro
Vaya, vaya, vale dos pesos
¡Cuidado! ahí viene la broa
Y seguimos.apuñados
más bien hacinados
en la carcoma de cada día
en el hambre palpitantes del mediodía.