Cadeau et hommage de Virgilio López Lemus

A Juana Rosa Pita

Mañanica de diciembre
luminosa y perfumada,
ha llegado Juana Rosa
nacida en esta mañana.
Pastorcillos la anunciaron,
negras cantaron sus nanas,
y chiquillos sobre el Prado
líneas de luz dibujaban.
El sol sali?calentito
sobre toda nuestra Habana
y un Carnaval parecían
el Gran Faro y La Cabaña.
A los Festejos llegaron
Reyes Magos de la Arabia,
Tulipanes hechos hombres
con collar de Santa Juana.
Como si fuera domingo
de fiesta la calle estaba,
y una estrella reluciente
precedi?a las Siete Hadas.
Una vino con su rueca
otra trajo un pentagrama,
la más vieja hacía hilo
y la más joven lo hilaba.
Con la quinta una quintilla
a la lid republicana
decía cosas profundas
que la sexta pregonaba
y la séptima decía:
!Cantemos, nacida es Juana!
Celebraron una misa
tres morenicos de Infanta
asistidos por Cecilia,
la Valdés resucitada.
(Fue una misa muy bonita
llamada de Acción de Gracias.)
Sobre el camino del Monte
se adorn?todo con ramas
unas tomadas de cedros,
otras de ramas de acacia
y las más lindas de todas
eran de hojas de palmas.
Los caballos cabalgaron
todita la madrugada
y al salir el sol el viento
dulces canciones cantaba.
La niña un sol parecía,
!cómo no, si ella es Juana,
de los Padrones nacida,
de la Poesía, una Dama!
Abran las puertas, señores,
!la navidad es de Juana,
la niña Rosa, la niña
Juana Rosa as?llamada!
Vivan los sueños del aire,
viva la tierra cubana,
que viva la niña rosa,
que viva la niña Juana.