Dentro de este hombre que visto
Hay un dios epiléptico
Que también desama.
Cómplice de las lluvias,
Las secreciones genocócicas, el suicidio.
A veces baja a pedirme un niño
Que le doy, golosamente.
Otras sube a mi cabeza
A roerme el tuétano caótico;
Se baña en mi oído intelectual.