En dos prisiones estó
que me atormentan aquí:
la una me tiene a mí,
y a la otra la tengo yo.
Y aunque de la una pueda,
que me tiene, libertarme,
de la otra que me queda
jamás espero soltarme.
Ya no espero, triste, no,
verme libre cual nací,
que aunque me suelten a mí,
no puedo soltarme yo.