Sobre la dura camilla
con una goma que rodea la cabeza y mantiene mi boca abierta,
después de haber sentido náuseas tantas veces,
el médico y la enfermera bromean sobre la forma
de mantener a una mujer sin emitir palabra.
El monitor en colores muestra imágenes
que semejan instantes
de la película ‘2001. Odisea del espacio’.
Nada tan absurdo si se tiene en cuenta
que esos cráteres sangrantes son míos.
¿Por qué cinco?
Uno por el cáñamo que se desliza
como una verde serpiente.
Otro por la tristeza que no pude evitarle a mi brote,
El tercero por que el tiempo
lleva y no devuelve esperanzas.
Otro por las traiciones esperables y no esperadas.
El último por que es tan duro vivir
Tan duro y tan difícil.
Como morir.