Detrás de la palabra nada
miro la blancura
de esta playa alargándose
como un bello animal dormido
(su piel de arena brilla).
Desde este acantilado
suspendido en la noche
comprendo que no sé nada de mi vida
(el mar dibuja espumas).
La madrugada ha de ser lenta,
traerá una luz muy débil,
húmeda y lejana
como la primera distancia.