Diálogo donde me sincero de Luis Alfredo Arango

Anoche hablé con Homero y le dije
Mire Don
¿ya se fijó qué tragedia?
No hay Ulises que valga porque
no sabemos griego,
no podemos deleitarnos
traduciendo sus hexámetros.
Pero eso no es nada:
¡Ni siquiera podemos entender
al Rey Pascual de Olintepeque!
Somos huérfanos de padre y madre;
nacimos en esta tierra tan linda y
tal vez aquí nos moriremos,
sin ser grecolatinos, ni quichés,
ni gachupines…
¡Qué tragedia Don Homero!