Podría ser esta ciudad,
todos los edificios muestran
el mismo rostro de abandono
bajo la lluvia.
Podría ser Buenos Aires o París o Roma.
Podría ser Madrid
o Valencia bajo un aguacero.
O podrían ser tus ojos
mientras me observas,
la luz de la mañana
al reírte,
el contacto casual de tus manos
bajo las sábanas.
Pero también podría ser esta ciudad,
esta lluvia indecisa que quisiera ser río
y arrastrarme como una hoja sin voluntad
al mar de tu presencia,
o esta absurda calle
que se abre ante mí
vacía de memoria.
Podría ser
el peso de la distancia
cuando lleva tu nombre.