Loco, sí, loco, por querer grandeza
cual la Suerte no da.
En mí no cupo toda mi certeza;
por eso donde el arenal está
quedó aquel ser que tuve, no el que hay.
De mi locura, que otros se apoderen
con lo que en ella había.
¿Qué es sin locura el hombre
más que un animal sano,
cadáver aplazado que procrea?