Abdicación

Tómame, oh noche eterna, en tus brazos
y llámame hijo.
Yo soy un rey
que voluntariamente abandoné
mi trono de ensueños y cansancios.

Mi espada, pesada en brazos flojos,
a manos viriles y calmas entregué;
y mi cetro y corona—yo los dejé
en la antecámara, hechos pedazos.

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Apunte

Mi alma se rompió como un cuenco vacío.
Cayó escaleras excesivamente abajo.
Cayó de las manos de una criada descuidada.
Cayó, y se hizo más pedazos que loza había en el cuenco.

¿Tontería? ¿Imposible? ¡Yo no sé!
Tengo más sensaciones que cuando me sentía yo.

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Consejo

Cerca con grandes muros aquél que te sueñas.
Después, donde es visible el jardín
a través del portón de reja adecuada,
pon las flores que sean las más risueñas,
para que te conozcan sólo así.
Donde nadie lo vea no pongas nada.

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El guardador de rebaños (XVI)

Ojalá fuera mi vida un carro de bueyes
que mañanita temprano chirriando va por el camino
y que hacia de donde vino volverá después,
casi anochecido, por el mismo camino.

No tendría que tener esperanzas -sólo tendría que tener ruedas…
Mi vejez no tendría arrugas ni cabello blanco…
Cuando ya no sirviera me quitarían las ruedas
y quedaría volcado y roto en el fondo de un barranco.

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Esto

Dicen que finjo o miento
todo lo que escribo. No.
Yo simplemente siento
con la imaginación.
No uso el corazón.

Todo lo que sueño o vivo,
lo que me falla o termina,
es como una terraza
sobre otra cosa aún.

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Hora absurda

Tu silencio es una nave con todas las velas llenas…
Blandas, las brisas juegan en las flámulas, tu sonrisa…
Y tu sonrisa en tu silencio es la escalera y las andas
con que me finjo más alto y junto a cualquier paraíso…

Mi corazón es un ánfora que cae y que se quiebra…
Tu silencio lo recoge y quebrado lo arrincona…
Mi idea de ti es un cadáver que el mar trae a la playa…, y mientras tanto
tú eres la tela irreal en la que mi arte yerra el color…

Abre todas las puertas y que el viento barra la idea
que tenemos de que un humo perfuma de ocio los salones…
Mi alma es una caverna colmada por la marea alta,
y mi idea de soñarte una caravana de histriones…

Llueve oro mate, mas no en lo exterior… Es dentro de mí… Soy la Hora,
y la Hora es de asombros y toda ella escombros de ella misma…
En mi atención hay una viuda pobre que nunca llora…
En mi cielo interior nunca hubo una sola estrella..

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Islas afortunadas

¿Qué voz viene sobre el sonido de las olas
que no es la voz del mar?

¿Será la voz de alguien que nos habla,
pero que, si escuchamos, calla,
precisamente por habernos puesto a escuchar?

Y sólo si, medio adormecidos,
oímos sin saber que oímos,
ella nos habla de la esperanza
hacia la que, como un niño
que duerme, durmiendo sonreímos.

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Las pompas de jabón

Las pomas de jabón que este chiquillo
se entretiene en soltar por la pajita
son, traslúcidamente, toda una filosofía.
Claras, inútiles y pasajeras como la Naturaleza,
amigas de los ojos como las cosas,
son lo que son
con una precisión redondita y aérea,
y nadie, ni aun el niño que las suelta,
pretende que sean más que lo que parecen ser.

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Los colones

Otros habrán de tener
lo que habremos de perder.
Otros podrán encontrar
lo que, en nuestro descubrir,
fue encontrado o no encontrado
según el destino dado.

Pero lo que tendrán
nunca es la Magia que evoca
lo Lejano y hace historia
con ello.

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Magnificat

¿Cuándo pasará esta noche interior, el universo,
y yo, el alma mía, tendré mi día?
¿Cuándo despertaré de estar despierto?
No sé. El sol brilla alto,
imposible de mirar.
Frío pestañean las estrellas,
imposibles de cotnar.
Ajeno pulsa el corazón,
imposible de escuchar.

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Serena voz imperfecta

Serena voz imperfecta, elegida
para hablar a los dioses muertos—
la ventana que falta a tu palacio da
para el Puerto todos los puertos.

Chispa de la idea de una voz sonando
lirios en las manos de las princesas soñadas,
yo soy la marea de pensarte, orlando
la Ensenada todas las ensenadas.

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