Los ojos blancos,
la piel paralizante:
me buscaréis en vano
entre mis bestias.
Mi roja música
ha triunfado.
(Ah la frenética infancia
junto al médano
y la esmeralda polar,
surcando nuestra casa).
Me encotraréis
en lo más hondo del bosque,
temblando al grito de la lava,
sirviendo a un mágico idiota.