para Carmen Boullosa
Que no le sirvan otra cosa,
no foca, no cazón, tonina,
tanto animal del agua.
A la sirena hay que pedirla con cabeza.
Más importante aun que el ajo,
el estragón, pimienta y sal;
antes de ponderar
el cuerpo que Alavesa
le otorga a sus riojas,
o hacer alto homenaje a la cosecha
85 de Burdeos,
hay que mirar de frente a la sirena;
acariciar su cara desvaída,
limpiar de caracoles sus cabellos.