Efigies de Paul Auster

Sendas de eucaliptos: un resto del pálido cielo
temblando en mi garganta. A través del zumbido
lastre del verano

la cizaña que acalla
incluso tu paso.

*

Los innúmeros fantasmas de luz.
Y lo que fue pérdida: memoria

de lo que nunca ha sido. Las colinas. Las imposibles
colinas

perdidas en el brillo de la memoria.

Como si todo aún
esperara a nacer. Inmortal en el ojo,
allí donde el ojo
se abre

al ruido del calor: una avispa, un cardo oscilando en las púas

de alambre.

*

Nevada. Y en la veta
más profunda de la blancura: memoria
que añade tus pasos
a lo ya perdido.

Sin fin
yo hubiera caminado contigo.

*

Alba. La inmensa luz
aluvial. El carillón de nubes
al amanecer. Y los botes
amarrados en la niebla del muelle

son invisibles. Y si están ahí

son invisibles.