Los dioses venden cuando dan.
Gloria se compra con desgracia.
¡Pobres felices, porque sólo
son lo que pasa!
¡Baste a quien baste lo que bástale,
lo que para bastarle basta!
La vida es breve, vasta el alma;
tener es tardar.
Fue con desgracia y con vileza
como al Cristo definió Dios:
así lo opuso a la Naturaleza
e Hijo lo ungió.