El paisa de Jorge Robledo Ortiz

Soy antioqueño. Visto de alpargatas,
Carriel de nutria y ruana montanera;
Tengo para el amor las serenatas
Y para los rivales mi barbera.

Ningún bambuco a mi guitarra escapa,
Y en noches de ‘jolgorio’ y de aguardiente,
Sólo respeto lo que diga el Papa
Y tuteo hasta al mismo presidente.

Miro la vida con desdén profundo,
Y es para mí tan chiquitico el mundo
Que voy a pie de Guarne hasta el Japón.

A nadie envidio. Quiero a una morena.
Me emborracho cuando hay alguna pena,
Y llevo a Antioquia sobre el corazón.