En la vieja ciudad los canales de desagüe bordean los contenes
La vaca se inclina a lamer gozosa de moho.
Y mi madre estrellada tras los blancos sanguiñuelos en flor suma las lentejuelas
de su vestido se ríe delante de una coqueta.
A punto de salir, la llaman (o será que la denominan): bailó. Las lentejuelas de
su vestido se deslizan fulgurando por
los desagües de la ciudad (trizas)
las estrellas.
Llámala (llámala) vaca, tu lengua es verde: síguela bordeando los contenes mi
madre desemboca en los antiguos canales
de irrigación (sólo queda vida en
las afueras, de la ciudad): revístela.
El único recurso del agua que corre o se estanca será sentarnos (yo mismo,
contigo) pasados los cuadros de labranza,
en la linde del bosque: besarte en
la frente (madre) estrellada (asistir)
a la formación de las aves en
primavera (ver) marcar tu frente al
rojo vivo: baja dos veces el testuz;
recibe primero la corona en el
pescuezo (flores, de cerezo): y
luego el vestido largo de faya
(recién casada) a tus espaldas
(rehecha) la trenza (roto, saco
de aguas).