En mi jardín avanza un pájaro
sobre una rueda con rayos –
de música persistente
como un molino vagabundo –
jamás se demora
sobre la rosa madura-
prueba sin posarse
elogia al partir,
cuando probó todos los sabores –
su cabriolé mágico
va a remolinear en lontananzas-
entonces me acerco a mi perro,
y los dos nos preguntamos
si nuestra visión fue real-
o si habríamos soñado el jardín
y esas curiosidades-
¡pero él, por ser más lógico,
señala a mis torpes ojos-
las vibrantes flores!
¡Sutil respuesta!
Versión de Silvina Ocampo