Entraste en mí por un beso de Claudia Herodier

Entraste en mí por un beso.
Luego,
ya no fue sólo un
beso.

Fuiste tú.
Con tu vergüenza de hombre
Con un traer recuerdos
a mi futuro:
con un depósito
de ventanas
y unos paisajes diarios.
Entraste. No sé si de visita.
Viniste. Eso es todo.
Otro año será
aquel en que me saques
tus manos de mi cuerpo,
húmedas de mí…