Entraste en mí por un beso.
Luego,
ya no fue sólo un
beso.
Fuiste tú.
Con tu vergüenza de hombre
Con un traer recuerdos
a mi futuro:
con un depósito
de ventanas
y unos paisajes diarios.
Entraste. No sé si de visita.
Viniste. Eso es todo.
Otro año será
aquel en que me saques
tus manos de mi cuerpo,
húmedas de mí…