Escribir tiene espíritu de nada de Orlando González Esteva

Escribir tiene espíritu de nada.
Hay que revolotear en el abismo
y cortarse las alas que uno mismo
tiende sobre su sombra alucinada.

Y caer desde nunca, desde cada
vértice en el perfecto mecanismo
del azar que celebra en su mutismo
la creación, esa fábula encarnada.

Y yacer en las márgenes del sueño
donde la realidad es un pequeño
pez que burla las redes de la aurora

y revuelve las aguas del pasado
donde Dios se contempla ensimismado
y padece la luz que nos devora.