El Despotismo, monstruo furibundo,
Sentado torpemente en este suelo,
Tocaba con la frente el hondo cielo,
Y hollaba con el pié nuestro ancho mundo.
El héroe de dolores, sin segundo,
Mirólo y ¡LIBERTAD! gritó en su anhelo;
Tembló el coloso con mortal recelo
Y derrocado al fin cayó al profundo.
¡O afortunada! ¡o libre patria mía!
¡O América feliz! ¡Gozo infinito
A tus hijos inunde en este día!
Difúndase el placer en tu distrito,
Y alegres todos clamen a porfía,
¡O de Dolores venturoso grito!