Intentaba deshacerme de mi corazón
pero ningún mendigo tuvo a bien aceptarlo
lo icé entonces encima de los hombres
-imponente
prodigioso-
y los hombres inquirían por el patrocinador
despiadada ciudad
Intentaba deshacerme de mi corazón
pero ningún mendigo tuvo a bien aceptarlo
lo icé entonces encima de los hombres
-imponente
prodigioso-
y los hombres inquirían por el patrocinador
despiadada ciudad