a veces dudo que pueda ver en technicolor
más bien
creo que el color no es más que una idea
y todo lo que veo
sufre mientras no sucede
una larga metamorfosis
el día menos pensado
la vida saldrá corriendo de mis ojos
y no podré alcanzarla
Poemas de Javier Payeras
altar de luna
penetración cervical
visión envejecida por mis
ojos
la luz celebra tus ceremonias
en este cuarto en ruinas
un hombre
con un saco de agujas
destruye
el símbolo de la noche
se rebela
contra la eternidad inmóvil
de un dios oscuro
que sujeta su cuerpo
a un crucifijo
amuleto de gente descalza
y sonriente
tengo pesada la presencia
por eso espanto
dejo sentado al que fui
con la multitud que he sido
¿hasta cuándo se agotará mi ceniza?
a todos los que no se
angustian desde temprano
no comen en media hora
y piensan que la felicidad
es un trabajo estable
congratulaciones
dejaste únicamente nuestros
cuadros de mercurio
(que aún se mueven)
extraño las opacas tardes
que dedicamos a la violencia
tus discos de peter gabriel
y lunas lentas del jueves
me quedo deteniendo
estos cuadros de mercurio
(que aún se mueven)
cuántos sitios
llevamos dentro
somos muchas calles
muchas mentiras
muchas horas inútiles
tenemos dioses
dos siglos
y un litigio contra las cosas
hechas
¿acaso hay algo más
siniestro
que la noche llena de pensamientos
no sé si darte
una pistola
o una coraza
afuera da igual
trajeate bien por si
te agarra tu funeral
llevá condones para no
quemarte con la calentura
(también un rosario por si
te sale virgen)
no te asoliés mucho
ni hablés muladas
y acordate que trabajos abundan
el instante congelado
de voces extrañas
el siglo doloroso que habitamos
el ruido que anduvimos
noche rápida
donde olvidamos el sueño
pelearemos los objetos
arrebatados por los años breves
la palabra estará más sola que nunca
sábana del sereno agujereada
por la luz
junto a conchas y alacranes
tu alma me dará asilo
sin la contusión letal del
recuerdo
dejaremos la placa
conmemorativa de nuestra alegría
para los futuros coleópteros
inadaptados
que conspiran contra la
tristeza
malditos sean los lunes
con sus labios muertos
con sus devaluaciones y fragmentos
con el agua envenenada de tiempo
con la tierra estremeciéndonos los huesos
el lunes
es el día favorito de los acreedores y las plagas
perfecto para asesinar por dinero
para colgar de los buses
y subrayar los periódicos
la ciudad es un eterno lunes podrido
se vive para asolear la sangre
para ser regañado/atropellado/eliminado
me hice en el silencio
de horas junto a nadie
esperaba
no sé a quién
sólo esperaba
no decía nada
todo sucedía a mi alrededo
por la ciudad
caminan vacíos y solos
sin eso que hicieron existir
a fuerza de silencios rotos
para apoderarse de una promesa quieta
un pájaro muerto
un pez
una palabra capaz de cerrar
este libro doloroso
preso en una bomba de nylon
el olor de ciertos callejones húmedos
despierta en mi memoria viejas plegarias
sitios perforados por el tiempo y su lógica
la guerra y mi madre
la televisión respirando en la sala
y todos bebiendo café
como si nada ocurriera
somos el cuchillo sangriento
bajo la pelota radiante
unos charlatanes condecorados
unos condones rotos
unos zapatos sucios
la eme amarilla
la danza del venado y el whisky
menos que un morfema
fonema punto
una araña
un minuto
la españa equivocada
el dolor en la cancha
el toillet del mundo
la uretra de américa
somos los escombros
somos la herencia
somos la posguerra
también existe
eso otro
largas temporadas en el infierno
sin saber dónde
se encuentra
me encuentro
nos encontramos
y allí soy asesino
jesucristo
judas iscariote
todos aparentemente reales
ciudad
luciérnagas lejanas
esta noche tu inmateria vagará
entre esa fila de hormigas
si fuera pasajero de tu
pensamiento sentirías mis
alfileres
mis temblores
hasta el búnker de tu alma
*
aquella noche vi a la muerte
entrar del brazo de kafka
ninguno hablaba español
*
palabras putas
que se van
con otros mejores
un héroe son diez mil
soldados muertos
y una ballena hundida
tenemos derecho al pasado
(la traición es una opción innegable)
pero tener la cara cruzada
por la verdad
cubre de vergüenza los parques
el monumento es
simplemente
endurecer la muerte
frente a una carretera silenciosa
universo al negativo
que estalla en algún océano
o en una pupila que se refleja
en sí misma
estrella líquida
que bebe la noche inmensa
zeñor poeta
soy un alma débil
con un arma en los dedos
tengo libros
revistas
primos / hermanos / amigos
y de vez en cuando
leo el diario
sí sí entiendo
pero acaso no es normal
aferrarse a un mal trabajo
herirse de vez en cuando
decir una grocería
agarrar a patadas el televizzzor
señor phoeta
sé que renegará de mí
lo sé
cuando viole a su esposa
le pida para un trago
me vea comprando drogas
o me mate un autobús
esas cosas tan lejanas
a los conversatorios posvanguardistas
y contraculturales
lo siento
no tengo televisión ni radio
ni vehículo ni dinero
no tengo ni mierda
sólo algún material en limpio
que puedo enviarle
eso si no se ofende
por supuesto