-¿En qué fondo de sueño vi tu gloria ?
-¿A qué prodigio tu poder me encumbra,
oh mansión ilusoria,
alto amor que traspasas la memoria,
llama sin leño, sol de mi penumbra?
Sin saber en qué ayer, en qué ribera,
en qué antro, en qué valle o en qué nube
se abrió tu primavera;
sin descubrir jamás dónde te hube,
alto amor, claro amor, haz que yo muera.
Cuando se rompa el plácido espejismo
y del instante la dorada venda
se desprenda al abismo;
cuando todo se fugue de mí mismo
y al insondable vórtice descienda,
un nombre, un rostro, le darán al mundo
la luz y el canto en plenitud secreta,
y encenderá tu corazón profundo,
¡oh cautivo errabundo!
la tarde entre sus manos de violeta.