La gota de agua y el océano de Omar Khayyam

La gota de agua del mar,
desprendida y solitaria,
en playa inhospitalaria,
triste se puso a llorar.

El Océano al sentir
tan tierna lamentación
de aquella separación,
la piedad le hizo sonreír.

-«Hija mía, entre los dos
hay una sola unidad,
y sobre esta inmensidad
no hay más grandeza que Dios.

«Entre tu cuerpo y el mío
nunca la extensión verás:
nadie medirá jamás
la inmensidad del vacío».