Desenfrenada boca de mujeres.
Cabeza de tortuga; promontorio
acunando la pena y el jolgorio
al compás de miserias o de haberes.
Sonríes en verano cuando quieres
demostrar el colmado aunque ilusorio
rebullir de peces, premonitorio
mensaje de ausencia de placeres.
En invierno tu barca en tierra queda;
enmudece el rapaz, no te despierta
al alba. La galerna es la moneda
que percibes. Escuchas la reyerta
de marejada y olas. Siempre rueda
la ilusión: «Mañana…», si no está muerta.