En un viejo país….acaso emocionante,
algo así como Rusia entre dos revoluciones
un grito de vida aflora en este instante
al recordar los días de las ejecuciones.
La hilera de indecisos se acrecienta
y se amplía el dolor de la melancolía
como una imagen vil y cenicienta
que se vendió con humos de utopía.
Hacen sombra los altos abedules
sobre el helado lago del pasado
y llega un resplandor rojo de azules
como en los sueños del doctor Zhivago.
Y sé que este dolor sobrevive a su ausencia
entre las ruinas de nuestra inteligencia.
Los Iconos Perfectos ( Premio ‘Alfonso El Magnánimo’2002).