La Zarza de Moisés (La soledad constante) de Pedro Jesús de la Peña

(A Víctor Hugo)

Si uno sólo quedara, ése quisiera ser:
porque el discernimiento hace grande lo grande
y sólo en el orgullo es posible lo bello.
Deslizarse en el tiempo como leño en el agua,
subir por la cascada que desovan los puentes
y abrirme en un abismo: oscura flor proterva
a quien nadie reclama, que todo desconoce…
Desconocer mis ojos si ojos tales tuviera
(porque ni de mí mismo la confianza quiero).
Y elegir el fracaso: la pasión por la fuerza
que se siente segura, porque es fuerza de nadie.

De(S)Apariciones ( l994)