La Zarza de Moisés (Locura y belleza) de Pedro Jesús de la Peña

Por algún raro hueco
destila la locura su belleza.

No sólo la belleza del deseo,
la del amor y las intensidades
más escondidas y soñadas,
sino esa otra belleza de lo incierto,
esa locura del bien inasible,
esa perplejidad ante lo estúpido
de que la vida sea real y no los sueños.

Esas mujeres astilladas, firmes
en su profunda convicción de errar
y de amar el error. Esas artistas
del autoengaño, como Emily Brönte,
esas poetas del salvaje viento,
del irisado sol, de la segura
e imprevisible tempestad del alma.

No son muchas acaso, pero son.
Y su golpe de fuego nos apaga.
Nos conmueve profundamente algo
de inquietante y obscena plenitud.

Me viene a la memoria Sylvia Plath.
Algunos de sus versos me emocionaron
hondamente, cuando fuí muchacho.
Ahora la imagino vestida de noche
como aquella otra loca se vestía de mar.

Los Dioses Derrotados (2000)