Las ruinas de Disneylandia de Guillermo Carnero

Muchachita taimada (tan sin malicia) entonces,
propensa sólo a nuestros juegos lúgubres
por entusiasmo de recién convrsa,
¿quién te reprocharía tu sumisión, no honrosa
a fin de cuentas, al glamour
del boyante cadáver exquisito
a quien todos sin duda hemos amado
alguna vez?
o aquella
manía de extricar -la lúbrica
de Man Ray mascullando entre tus senos
WAS IST DADA? WAS IST DADA? WAS IST DADA?
la quintúplice forma de la vírgula.
Así pasamos muchas noches
caminando sin rumbo
por la arista sin fin de las palabras.