En la árida playa del próximo río
tan sólo hay enjutas y ardientes arenas;
vapores que se alzan de un fétido estanque,
brillando a lo lejos titilan y tiemblan.
***
En todo el espacio que abarca la vista
ni un alma se mueve, ni un eco resuena.
Que paz y que tedio! solemne el paisaje
de un gran cementerio la calma remeda.
***
De pronto en la línea del ancho horizonte
blanquísima nube surgiendo ligera
se agranda, se extiende, y en pocos instantes
entolda la esfera.
***
La atmósfera ardiente palpita de gozo
y el leve murmullo de brisa indiscreta
en prados y bosques esparce el anuncio
de próxima fiesta.
***
La anuncian distantes Los ecos confusos
del viento que vuela;
sutil, diligente, retoza en el prado,
se lanza a la aldea,
***
Recorre Las calles, tropieza en Los muros,
sacude Las puertas,
y en calles y prados exclama triunfante:
Ya vienen ! Ya llegan!
***
Y plantas y flores sacuden el polvo
y al goce se aprestan,
y en tanto, en la nube que entolda el espacio
retumba la orquesta.
***
Turbión de agua y viento que anubla el paisaje
con loco algazara chillando se acerca
y al soplo pujante se agita confusa
la vasta pradera.
***
Turbión de agua y viento que arrastra en sus giros
ramajes y flores, guijarros y arenas,
y en pocos instantes, sembrando el desorden,
transforma la escena.
***
Flexible y gozosa se entrega a su impulso
la inquieta arboleda,
y molles y sauces ensayan la danza
tendida a Los aires la gran cabellera.
***
Los troncos añosos, el bárbaro empuje
resisten apenas
con secos gruñidos, de bosques y prados
la suerte lamentan:
***
Pared piedrecillas de la árida playa,
sabeis, revoltosas, a dónde se os lleva?
queréis ver mañana cubierta de escombros
la hermosa pradera?
***
Las flores que al borde del fétido estanque
lucieron sencillas su blanca inocencia
qué harán si ese fango se agita y rebosa
de miasmas malsanos llenando la senda?
***
Al ave que el nido colgó de la rama
que suerte le espera?
Qué hacéis, insensatos, trastorno y desorden
sembrando doquiera?
***
Y el viento, aturdido, con risa estridente
responde a sus quejas;
y en tanto en la nube que entolda el espacio
retumba la orquesta.
La danza prosigue. Mil gritos de orgía
se apagan por grados. La noche comienza.
y el campo, cubierto de fango y destrozos,
se envuelve en tinieblas.
***
Qué fue de las aves, qué fue de las flores,
qué fue de la hermosa, fecunda pradera?.
Tras noche de horrores se ve como siempre
surgir la mañana brillante y serena.
***
Vistiendo ropajes de frescos matices
las ramas se cubren de brotes y yemas,
el campo renace luciendo sus galas,
sus galas eternas!
***
Tal es oh misterio! la ley de la vida
que todo renueva,
que el viento y la nube son fuerzas que a un tiempo
destruyen y crean.
***
Mas ay! que esa aurora transcurre cual otras,
la pálida tarde de nuevo se acerca
y exhala en el fango confusos gemidos
el alma doliente de flores ya muertas.
Vosotras que, erguidas, alzáis a los cielos
la frente serena
sabéis por ventura lo que es la existencia?
Ah! triste el destino que cupo a las flores
Felices las piedras,
felices las rocas que ignoran la vida
que sienten apenas.
***
También cual vosotras ufanas un día
pasamos las horas forjando quimeras;
mas ahora. que somos? despojos humildes
que abonan el surco que el germen sustenta.
****
Brotar de la nada, sentirse inmortales,
soñar unas horas. volver a la tierra.
Oh ley misteriosa! continua mudanza,
cuál es tu grandeza?
***
Si el íntimo anhelo, perfume del alma
que sube a la esfera,
no alcanza otra vida; si sólo es engaño,
si sólo es quimera,
maldita mil veces! oh madre! oh Natura!
maldita mil veces tu vana tarea!